No se qué tienen las brochas que siempre que las usas, ya sea para pintar tu casa o para decorar una tarta, terminas cantando. Si no te lo crees, haz la prueba. Iros pensando la cancioncilla que vais a entonar, porque traigo una…
El chorrito de aceite de oliva virgen sobre el jamón serrano es la nota final para un delicioso bocado. Si eres muy manitas conseguirás, a parte de la cantidad de oro liquido deseada, que la musiquilla del anuncio suene mientras lo viertes (tiro roriroooooo toooooooriro roriro. Como ves, lo mio no es tararear). Si no tenemos dotes de actor y tenemos que rodar esta escena tantas veces como chorritos quepan en la botella, o si queremos evitar el caos en la cocina después del rodaje- encimera llena de chorretes y sin aceite para unos huevos fritos-, o si sencillamente nos sentimos artistas plásticos- mientras no sea al estilo Pollock- existe una solución: LA BROCHA. (y lo de la canción se puede solucionar con un ‘casete’).
Para el ‘vintage’, para el coleccionista de ‘gadgets’, para el profesional, para el aficionado,… para cualquiera. Existe una gran variedad de brochas, de diversos materiales, con hebras de diferente grosor y flexibilidad, con mangos más o menos ergonómicos…lo bueno es que no tendrás que romperte la cabeza pensando en cual de ellas será la que realmente necesites, ya que prácticamente todas valen para lo mismo. Tan solo un pequeño apunte: las de silicona son más fáciles de mantener y más higiénicas.
Atrás dejaste los chorretes en la cocina ahora que tienes tu brocha nueva. Con ella en tus manos te sientes poderoso, imparable, pero no sabes qué hacer excepto el ‘moñas’ (estudios muy muy serios demuestran que el 85% de los poseedores de brochas lo primero que hacen, después de probar el tacto de las cerdas, es hacer que se pintan los coloretes o fingir que se cepillan los dientes o algo por el estilo, ¿seguro que perteneces al 15%?). Una vez hecho el tonto, casi el 100% de los usuarios deciden usar la brocha para fines mas prácticos. Puedes engrasar los moldes de las tartas, pintar con huevo o almíbar los postres, quitar el exceso de harina del pan recién horneado, ungir carnes y pescados con salsas,… como ves hay cientos de razones para no dejar caer en el olvido, al fondo del cajón, a este utensilio.
Y si te sientes muy PRO, prueba con esta…
Restaurante La Peña Berjema, Brihuega.