¿Eres de los que se duermen antes de los títulos o de los que les toca contar ovejitas? Existe gente la cual sencillamente cae cuando tiene que caer, pero al resto del mundo nos toca afiliarnos en alguno de esos dos grupos.
«Eres lo que comes»- Dr. Anthelme Brillat-Savarin.
¿Te suena? Y es que, como iremos comprobando en otros posts, la comida influye más de lo que creemos en nuestra forma de afrontar la vida. Con solo variar la dieta podemos manipular a nuestro antojo nuestro humor, inteligencia o vida sexual… y como no iba a ser menos, la calidad de nuestro sueño.
Dormir mal o dormir bien puede ser motivo suficiente para tener un día mediocre o uno espectacular. Si nos afecta tanto el sueño ¿por qué no ponemos remedio? Buscate un buen colchón y una almohada mullidita porque cambiando algunos hábitos nutricionales podrás dormir como un lirón (si es lo que quieres, claro).
Pues…¿Y cómo?
Vale, muy bonito. La comida y el sueño, pero qué es lo que realmente realiza esta magia. El triptófano (con oírlo empiezo a bostezar), un aminoácido presente en algunos alimentos, es el mago de este teatro. Gracias a él conseguimos que nuestro cerebro segregue serotonina-melantonina, hormonas que se encargan de regular nuestro reloj interior y decirnos cuando es hora de irse a la cama. (Vamos, como una madre en día de colegio.) Si quieres saber mas sobre estas y otras hormonas, podéis echar un vistazo a este enlace.
¿Pollo o patatas?
Una vez que sabemos que el triptófano va a ser el aliado de los que cuentan ovejitas, solo nos quedaría conocer qué alimentos son los que lo contienen. …Pero no es tan fácil como parece.
Básicamente podemos decir que los alimentos ricos en proteínas son los que poseen triptófano. Pero al tener más tipos de aminoácidos se produce una batalla campal que relega al triptófano a un segundo plano. Si ingerimos hidratos de carbono algunas horas después de esta lucha, conseguiremos que estimulen la transformación del triptófano en serotonina, que es lo que nos interesaba en el caso de tener tendencia insomne.
Podemos resumir:
- Los de los títulos: para no quedarse dormidos en los laureles a horas en las que no les interesa deberían comer alimentos ricos en proteinas: (carne, pescado, huevos, leche…)
- Los de las ovejas: si queremos conciliar el sueño y que además este sea de calidad, nada mejor que merendar algo rico en proteínas y por la noche cenar hidratos de carbono, mejor si estos tienen un índice glucémico alto- cuidado los diabéticos y la gente que hace dietas-. Como por ejemplo los cereales, las pastas, patatas y arroz.
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Y esta noche ¿cómo tienes planeado dormir?
Brihuega, Restaurante La Peña Bermeja.
Comentarios
2 respuestas a «¿DUERMES mal? ¡ Pues COME bien!»
[…] (jejeje). Si después de este tostón, no te notas mínimamente soñoliento, miratelo. (Que el triptófano, aquí, está mas infiltrado de lo que […]
[…] igual que el estrés y el sueño, nuestro humor esta en parte regulado por nuestro cerebro. Los neurotransmisores, encargados de […]